La batalla legal de Daddy Yankee por split sheets falsos y cómo frenar el fraude autoral con Blockchain

El conflicto judicial que enfrenta Daddy Yankee por la presunta falsificación de split sheets expone un problema profundo en la industria musical: la informalidad en la documentación autoral y la vulnerabilidad de los métodos tradicionales para certificar porcentajes y colaboraciones. Este caso abre la puerta a una reflexión necesaria sobre el rol de tecnologías como blockchain en la prevención del fraude y la protección de la autoría.

La demanda presentada por Daddy Yankee describe un patrón de manipulación de documentos internos que habría permitido desviar regalías durante años. Según la información disponible, los responsables habrían alterado split sheets para asignarse porcentajes autorales que no les correspondían, generando un reparto de royalties distorsionado.

En este caso, la informalidad en los procesos, la falta de verificación y la ausencia de mecanismos de trazabilidad facilitaron la presunta manipulación. Lo que se desprende es claro: cuando la información autoral depende de documentos fácilmente editables, sin registros inmutables ni consensos trazables, el riesgo de fraude aumenta exponencialmente. Las split sheets son acuerdos donde se define qué porcentaje corresponde a cada compositor. Funcionan como la base operativa para que editoriales, sociedades de gestión y plataformas repartan los ingresos.

Sin embargo, tal como explicamos en esta guía sobre cómo funcionan y para qué sirven, estas hojas suelen gestionarse de forma informal, ya sea: mediante hojas impresas, planillas compartidas, fotografías de acuerdos firmados a mano, correos electrónicos y versiones sucesivas sin control.

Esta informalidad es común en la industria, especialmente cuando se trabaja con equipos que llevan años colaborando y existe confianza personal. Pero el caso Daddy Yankee demuestra que la confianza no reemplaza a la seguridad documental.

Cuando los porcentajes se negocian verbalmente o los documentos no cuentan con un sistema que garantice inmutabilidad, cualquier modificación puede pasar desapercibida hasta que el daño ya está hecho. Tecnología blockchain: el salto de certificación que la industria necesita

La pregunta inevitable es: ¿Cómo puede un creador protegerse de la manipulación de datos autorales? Aquí entra en escena la tecnología blockchain como respuesta estructural a un problema estructural.

Plataformas como ArtSigna permiten que los registros autorales se realicen con transparencia, claridad y sin posibilidad de ser alterados:

1. Permite sumar contactos para colaboraciones: Cada participante se integra al registro de manera explícita, dejando constancia de quién intervino en la creación de la obra.

2. Define porcentajes sin ambigüedades: Los registros autorales quedan cargados en la plataforma eliminando dudas, versiones contradictorias y negociaciones informales.

3. Inmutabilidad gracias a blockchain: Una vez registrados los porcentajes y colaboradores, la información queda sellada. No puede modificarse sin dejar rastro. Esto resuelve el principal problema que permitió el fraude en el caso Daddy Yankee: la facilidad con la que se habrían alterado documentos.

4. Evidencia sólida en entornos legales: Si surge un conflicto, la certificación blockchain funciona como prueba verificable, clara y con validez probatoria.

5. Profesionalización desde la creación: La tecnología no reemplaza la creatividad; la protege, permitiendo que la gestión documental acompañe al estándar profesional que la industria necesita. La batalla legal de Daddy Yankee visibiliza un problema que la industria arrastra desde hace décadas: los acuerdos autorales siguen dependiendo de documentos vulnerables. La falta de trazabilidad, la informalidad en la gestión y la ausencia de sistemas de verificación robustos permiten que ocurran fraudes que afectan directamente la economía creativa.

La tecnología blockchain no es solo una innovación: es una herramienta que devuelve seguridad, justicia y transparencia al proceso creativo. Si este caso deja una enseñanza, es esta:la autoría necesita protección real, y la tecnología ya está lista para ofrecerla.