Los 5 artistas que han definido 2025 (y lo que nos enseñan sobre el nuevo music business)

Cerramos 2025 con una certeza: no basta con mirar las listas de éxitos para entender qué artistas han marcado el año. Hay que mirar impacto cultural, datos de negocio y estrategia. Estos cinco nombres no solo han sonado en todas partes: han redefinido la forma de lanzar música, girar, comunicarse con sus fans y construir valor a largo plazo.

1. Kendrick Lamar: el álbum como declaración de principios (y de poder)

Kendrick ha convertido 2025 en un caso de estudio de cómo un artista “de catálogo” puede seguir jugando en la liga del hype.

Su álbum GNX, lanzado como sorpresa en el contexto de su actuación en la Super Bowl, se posicionó rápido como uno de los grandes lanzamientos del año. El disco se convirtió en el primer álbum de hip-hop de 2025 en superar el millón de unidades vendidas en EE. UU., un dato nada menor en un mercado dominado por playlists y singles sueltos.

Por qué ha sido clave en 2025

• Ha demostrado que el formato álbum sigue vivo cuando hay narrativa, concepto y timing.

• Ha reforzado su imagen como artista que piensa a largo plazo, más allá del ciclo viral.

• Ha logrado un equilibrio complicado: conversación crítica + volumen comercial.

Clave de negocio

Kendrick no compite solo por streams, compite por atención cualificada: medios, premios, conversación cultural. Eso es lo que convierte un lanzamiento en un activo de largo recorrido.

Qué nos enseña: cuando el “producto” (el álbum) está a la altura, las estrategias de marketing pueden ser más simples pero más contundentes: sorpresa, evento global (Super Bowl), narrativa clara.

2. SZA: del éxito al “estatus” (cuando el R&B se vuelve vehículo de marca)

Si 2024 fue el año de consolidación, 2025 ha sido el año en que SZA ha pasado de estrella a “referente”.

Su canción “Saturn” se llevó el Grammy a Mejor Canción R&B en 2025, encadenando dos años consecutivos ganando la misma categoría.

Por qué ha sido clave en 2025

• Ha mantenido en primera línea un proyecto que lleva tiempo vivo, algo muy difícil en la era post-lanzamiento.

• Su universo sonoro ha funcionado igual de bien en álbum, playlists, TikTok y directos, sin perder coherencia.

• Se ha colocado como referencia emocional: no solo se la escucha, se la cita, se la comparte, se la usa para contar historias personales.

Clave de negocio

SZA muestra el valor de la consistencia: un repertorio fuerte permite seguir monetizando años después del lanzamiento inicial, sobre todo cuando se respalda con premios, playlists y contenido recurrente.

Qué nos enseña: el mejor marketing es el que prolonga la vida útil de las canciones. No todo tiene que ser “nuevo”: a veces se trata de sostener inteligentemente lo que ya funciona.

3. Rosalía: Lux y la prueba de que el riesgo también puede ser mainstream

2025 ha sido el año del giro radical (y muy calculado) de Rosalía. Con su álbum Lux, la artista ha apostado por un trabajo de alto riesgo creativo: cuatro movimientos, orquesta sinfónica, múltiples lenguajes y una estética profundamente espiritual y conceptual.

Lejos de ser un proyecto “de nicho”, Lux ha batido récords de streaming: se convirtió en el álbum más reproducido en 24 horas por una artista hispanohablante, con más de 42 millones de streams en su primer día.

Por qué ha sido clave en 2025

• Ha demostrado que un proyecto arriesgado puede ser masivo si se articula con una narrativa sólida.

• Ha reforzado su posición como artista global, sin renunciar a sus raíces ni a su sello personal.

• Ha marcado conversación no solo musical, sino también estética, espiritual y cultural: entrevistas en profundidad, críticas largas, análisis de concepto.

Clave de negocio

Rosalía está jugando a otra cosa: no solo saca canciones, construye “obras-evento”. Eso:

• incrementa el valor percibido de su catálogo,

• justifica giras y experiencias premium, y refuerza su negociación en sincronizaciones, acuerdos de marca y posición en el mercado global.

Qué nos enseña: el riesgo artístico, cuando se sostiene con visión y equipo, también es una estrategia de posicionamiento. No todo pasa por seguir la fórmula del hit rápido.

4. Billie Eilish: cómo se diseña un ciclo de álbum + gira a escala mundial

Billie Eilish ha jugado 2025 con una precisión quirúrgica. Su tercer álbum, Hit Me Hard and Soft, ya llegaba con hype desde 2024, pero ha sido en 2025 cuando se ha consolidado el ciclo completo: álbum + gira internacional + merch + relato emocional.

La gira Hit Me Hard and Soft: The Tour ha recorrido Norteamérica, Europa y otras plazas clave hasta finales de 2025, con múltiples fechas agotadas en grandes recintos. Esto no solo habla de fandom, sino de capacidad de movilizar demanda global.

Por qué ha sido clave en 2025

• Ha mantenido el interés sobre un mismo proyecto durante varios tramos de gira, sin “quemarlo” en los primeros meses.

• Su propuesta estética (escenografía, visuales, narrativa personal) ha reforzado su marca más allá de las canciones.

• Se consolida como puente entre pop masivo y sensibilidad alternativa, un terreno de enorme valor para marcas, festivales y sincronizaciones.

Clave de negocio

Billie es un ejemplo de cómo planificar un ciclo 360º:

• álbum pensado desde el directo,

• gira diseñada para generar contenido constante,

• merch y storytelling alineados con el universo conceptual del disco.

Qué nos enseña: cuando todo el ecosistema (lanzamiento, directo, contenido, producto) habla el mismo idioma, el valor del proyecto se multiplica.

5. Post Malone: la versatilidad convertida en estadio

Post Malone no ha sido solo “muy visible” en 2025: ha sido omnipresente en la conversación de grandes giras y experiencias en vivo.

Su Big Ass Stadium Tour 2025 se ha presentado sin complejos como lo que es: una gira gigantesca pensada para estadios, con un enfoque abiertamente masivo.

Paralelamente, ha seguido moviéndose con comodidad entre pop, hip-hop, country y rock, colaborando con perfiles muy distintos y manteniendo un repertorio que entra igual en playlists generalistas que en radios más específicas.

Por qué ha sido clave en 2025

• Ha consolidado un posicionamiento transversal: no pertenece a un solo género, sino a una franja emocional y de estilo.

• Ha reforzado el directo como core business, en un momento en que la venta de entradas es un termómetro muy claro de tracción real.

• Se ha consolidado como figura “cómoda” para marcas, festivales y colaboraciones, sin perder del todo su aura de outsider.

Clave de negocio

La gran lección de Post Malone es la diversificación sin dispersión:

• múltiples géneros,

• múltiples colaboraciones,

• pero una imagen reconocible y coherente.

Qué nos enseña: en un mercado fragmentado, la versatilidad bien gestionada es un activo. No se trata de gustar a todo el mundo, sino de no encerrarse en un solo cajón.

En común: lo que comparten los mejores artistas de 2025

Más allá de los nombres, estos cinco artistas tienen varios patrones en común que dicen mucho de hacia dónde va la industria:

• Piensan en proyectos, no solo en singles. Álbumes conceptuales, ciclos largos, giras pensadas como extensión del disco. El single sigue importando, pero ya no sostiene solo el negocio.

• Construyen relato, no solo estética. No se trata solo de “tener un look”, sino de articular un discurso: espiritualidad y riesgo en Rosalía, introspección generacional en Billie, crítica social y legado en Kendrick.

• Optimización del ciclo completo. Lanzamiento → gira → contenido → merch → catálogo. Todo está conectado. No hay decisiones aisladas.

• Relación inteligente con la tecnología y el streaming. Juegan en playlists, redes y plataformas, pero no dependen únicamente del algoritmo. Usan los datos como palanca, no como único criterio.

Por qué este top importa desde el music business

Este ranking no es solo una lista de “quién lo ha petado” en 2025. Es un mapa de modelos de carrera:

• Kendrick Lamar representa el artista de catálogo que sigue generando valor nuevo.

• SZA es el ejemplo de consistencia emocional + reconocimiento crítico.

• Rosalía encarna el riesgo creativo con retorno comercial.

• Billie Eilish es el caso claro de ciclo de álbum y gira perfectamente orquestado.

• Post Malone demuestra la fuerza de una versatilidad rentable y escalable.

Para sellos, publishers, managers y artistas independientes, entender sus movimientos no es solo curiosidad: es material de trabajo para tomar mejores decisiones.