Miley Cyrus y el futuro del álbum: música que se ve, se siente… y sana.
- Alba Pelegrin
- hace 56 minutos
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Miley Cyrus ha anunciado su nuevo álbum Something Beautiful, inspirado en The Wall de Pink Floyd, que promete ser una experiencia multisensorial fusionando música, moda y arte. Este proyecto implica un enfoque sinestésico donde las ideas visuales se traducen en sonidos, buscando ofrecer propiedades sanadoras.

En un momento en el que la industria musical parece dominarse por algoritmos, singles virales y lanzamientos diseñados para el streaming, Miley Cyrus ha decidido apostar por algo completamente diferente: un proyecto artístico, conceptual y sensorial que recuerda a los grandes álbumes de los años 70 y 80, pero con un enfoque profundamente contemporáneo y emocional. Su próximo trabajo, Something Beautiful, no solo es un disco: es una experiencia.
¿Un álbum o una exposición de arte?
Inspirado en obras como The Wall de Pink Floyd, Something Beautiful no se limita a una colección de canciones. Se trata de un álbum sinestésico, donde la música se mezcla con la moda, el arte contemporáneo y las emociones humanas. Cyrus ha explicado que el proyecto parte de una premisa muy concreta: transformar visuales en sonido. Cada canción se concibe a partir de una imagen, un color, una textura, una emoción visual. Como si la música pudiera "verse".
Terapia emocional a través del sonido.
Una de las ideas más potentes detrás del álbum es su carácter terapéutico. Miley ha hablado de componer piezas que tengan propiedades sanadoras, tanto para ella como para sus oyentes. En un momento de su carrera donde se siente más libre y madura que nunca, la artista ha decidido abrirse emocionalmente y utilizar la música como una forma de canalizar su evolución personal.
Este enfoque va más allá de las letras: el propio diseño sonoro busca provocar sensaciones específicas. Algunas pistas están pensadas para calmar la ansiedad, otras para evocar seguridad o incluso vulnerabilidad. Cyrus quiere que Something Beautiful sea un disco que “te abrace”.
Moda, instalaciones y sinestesia.
Otro de los pilares del proyecto es su relación con la moda. Miley está trabajando con diseñadores y artistas visuales para convertir cada canción en una representación estética. Se prevé que el lanzamiento esté acompañado de instalaciones artísticas, experiencias inmersivas y piezas de ropa vinculadas directamente con los temas del álbum. Al estilo de una exposición artística multisensorial, el oyente no solo escuchará el disco: lo vivirá.
Un desafío a la era del algoritmo.
Con este proyecto, Miley Cyrus se aleja deliberadamente de los moldes que dominan la industria actual. Something Beautiful no está diseñado para encajar en playlists de Spotify ni para reventar TikTok. Al contrario: es un grito creativo en favor del arte por el arte, de la experiencia por encima del número.
En una industria obsesionada con lo inmediato, Cyrus propone lo contrario: un álbum para escuchar sin prisas, de principio a fin, sin distracciones. Y aunque el riesgo comercial es evidente, la propuesta está cargada de autenticidad, algo que el público valora cada vez más.
¿Estamos ante el The Wall de la Generación Z?
La comparación con The Wall no es casual ni exagerada. Así como el legendario álbum de Pink Floyd se convirtió en una obra de culto que trascendía lo musical, Something Beautiful apunta a convertirse en una referencia generacional. Un proyecto que rompe la barrera entre lo sonoro y lo visual, entre lo íntimo y lo universal.
Conclusión: Miley Cyrus, más artista que nunca.
Con Something Beautiful, Miley Cyrus se posiciona como una de las artistas más valientes, completas y arriesgadas del panorama actual. No solo por atreverse a hacer algo diferente, sino por poner el arte y la emoción en el centro de su discurso. En tiempos de métricas y viralidad, Miley apuesta por lo eterno: la conexión humana a través del arte.
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