En la industria musical, siempre ha habido varios inconvenientes a la hora de conseguir financiación, como por ejemplo la falta de confianza y el puro desconocimiento de la industria en sí por parte del sector financiero. Por eso, en el artículo de hoy os proponemos seis tipos de financiación alternativa a la tradicional, para que por fin puedas lanzar tu proyecto musical.
Debido a las dificultades que presentan los modelos de financiación más tradicionales dentro del ámbito público y privado para la industria de la música, se ha tenido que optar por otras vías de financiación alternativas.
1. Business Angels.
Los Business Angels son personas externas a un proyecto que realizan aportaciones de dinero generalmente a proyectos que tienen poco tiempo de vida, en donde pueden aportar su know-how, experiencia y contactos, por lo que generalmente invierten en industrias que conocen.
Existen plataformas online que funcionan cómo intermediarias poniendo en contacto proyectos y business angels, en las que estos especifican el tipo de proyecto que buscan, cuánto dinero estarían dispuestos a aportar, ámbitos de especialización, criterios y/o condiciones para realizar la inversión de capital.
Por ejemplo, la Harvard Business School Angels of Spain quienes ayudaron a financiar el proyecto Singerfy, una plataforma de canciones personalizables. Los importes de la inversión y los costes asociados varían según el tamaño y alcance del proyecto, aunque según algunas estadísticas, las aportaciones de capital rondan los $15.000 y $250.000 .
2. Seed Capital y Venture Capital.
Existen compañías privadas que operan con capital de riesgo para invertir en proyectos generalmente nuevos (también conocidas cómo Start-ups). El Seed o capital semilla es el que se invierte en una compañía que aún no ha comenzado actividades o tiene muy poco tiempo, mientras que se conoce cómo Venture Capital o VC está orientada a las compañías en fase de crecimiento que ya han accedido a otro tipo de financiación. Este tipo de inversiones conlleva elevados riesgos y puede equivaler a grandes recompensas o pérdidas dependiendo del desempeño del proyecto del cual los inversores adquieren acciones.
La clave para realizar la inversión es el potencial del proyecto, por lo que dependiendo de este, la cantidad de la inversión puede variar desde unos cientos de miles hasta millones de dólares. Estas entidades cuentan con equipos de analistas de negocios y finanzas que evalúan el riesgo y el potencial del proyecto para determinar la inversión.
En la industria musical existen iniciativas cómo WMG Boost de Warner Music, dedicada a invertir en proyectos de la industria enfocados en tecnología, cómo por ejemplo, la compañía fabricante de instrumentos musicales tecnológicos “Artiphon” que invirtieron dos millones de dólares. Para aplicar cómo proyecto a WMG Boost se puede hacer a través de su sitio web.
3. Crowdfunding.
Es el proceso de recaudar fondos para un negocio, proyecto por parte de donadores individuales: la gente (en inglés crowd). Las personas dispuestas a aportar fondos lo hacen a cambio de recompensas que varían dependiendo de la cantidad aportada. Se realiza a través de plataformas tecnológicas que permiten entre 30 y 90 días para alcanzar la meta financiera. Entre las plataformas más conocidas orientadas a la industria musical encontramos Kickstarter, IndieGoGo, GoFundMe o Patreon.
Las plataformas funcionan cómo una “vidriera” del proyecto, en donde se presenta y se expone de la mejor manera con el fin que, tanto miembros de la plataforma como aficionados que pudiese tener el proyecto, se interesen y realicen una aportación económica a cambio de una recompensa, la cual puede ir desde una camiseta hasta un concierto privado. El proyecto deberá pagar una comisión a la plataforma si alcanza su objetivo que estará rondará entre el 5% y el 8%.
4. Equity Crowdfunding.
Se apoya en el concepto de Crowdfunding, pero con la diferencia de que, en este caso, la recompensa es reemplazada por participaciones o acciones de un proyecto específico. Gracias a ello, aquellos que aporten fondos serán partícipes en los beneficios e incluso en las decisiones del proyecto.
Un claro ejemplo de esto es la discográfica SongVest Records, que se desarrolla bajo este concepto, haciendo partícipes a los fans en los proyectos de la compañía con acciones de la misma o de sus artistas. La plataforma sigue cumpliendo la función de escaparate de presentación, al igual que en el crowdfunding y los costes asociados son entre el 5% y el 10% dependiendo de la plataformas.
5. Crowlending.
El Crowlending también se apoya en el mismo concepto de la aportación por parte de donadores individuales pero la recompensa es la devolución del capital más un interés, basado en el riesgo del proyecto. La devolución está garantizada mediante acuerdos de las plataformas con entidades que responden ante impagos por parte del proyecto cómo, por ejemplo, Sociedades de Garantía Recíproca, o SGR, a diferencia del Equity Crowdfunding, donde la aportación es a riesgo del inversor.
Un ejemplo de este tipo de financiación es MyTripleA que ofrece un marketplace de proyectos donde se puede prestar dinero a cambio de un interés y desde cantidades mínimas.
6. Basada en Activos: Assets Based Funding (ABF). Royalty Funding.
La propiedad intelectual es considerada parte intangible de cualquier negocio que así la utilice, por lo que está regulada tanto a nivel jurídico como fiscal. Esta propiedad puede ser transferida e identificada de manera independiente y tiene un ciclo económico de vida.
Los creadores musicales pueden considerar su catálogo musical, ya sea de composiciones, producciones o grabaciones, la parte más importante de su negocio, es decir, su activo intangible más importante y analizando su comportamiento financiero, es decir, su facturación a través de ventas (streaming, descargas, discos físicos), sincronización en medios audiovisuales (películas, anuncios, series, etc) y utilización en conciertos, bares, restaurantes (comunicación pública). Hoy en día se pueden hacer previsiones financieras cada vez más acertadas gracias a nuevas herramientas como blockchain, que hacen mucho más fácil y precisa la obtención y el análisis de los datos disponibles.
Empresas cómo Royalty Exchange, SongVest o Larrosa Music Group realizan este tipo de operaciones financieras respaldadas por catálogos musicales y regalías futuras, a través de plataformas on line que funcionan cómo marketplaces o escaparates donde se exponen los catálogos para que potenciales inversores realicen ofertas con el fin de hacerse con los cobros futuros de aquellos derechos.
Muchos cuentan con softwares y herramientas propietarias para el análisis financiero de catálogos y la solicitud de financiación cómo la compañía MusicTraders, desde donde se puede realizar un análisis del comportamiento financiero de un catálogo y obtener una oferta para solicitar un adelanto o bien vender los ingresos futuros. A través de estas plataformas, músicos, artistas, discográficas, productores y editoriales musicales pueden utilizar las ganancias de sus catálogos musicales para financiarse solicitando préstamos, adelantos o incluso vendiendo el derecho de cobro de sus catálogos musicales.
¡Y hasta aquí el artículo de hoy! Si necesitas información o ayuda sobre este o cualquier tema relacionado con la industria musical, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros!
Y tú, ¿Conoces alguna otra forma de conseguir financiación musical? ¡Nos leemos en comentarios!
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