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Todos en algún momento hemos escuchado hablar de las grandes discográficas, sellos, labels o como queráis llamarlos. La mayoría de gente sabe que son una parte importante del éxito de muchos artistas, pero realmente ¿Qué hacen? ¿Quiénes trabajan ahí? ¿Cómo lo hacen? En esta serie de artículos sobre el funcionamiento de las discográficas, hablaremos, entre otras muchas cosas, de cuál es de la diferencia entre majors e independientes, desgranaremos el funcionamiento de todos los departamentos internos y conoceremos a todas las personas que hacen falta para que alguien como tú pueda escuchar música. ¿Nos lees?
Antes de nada, tenemos que diferenciar los dos tipos de discográficas que existen dependiendo de su tamaño y envergadura. Ya que, por supuesto, existen varias diferencias en su modelo de gestión.
Discográficas grandes y discográficas pequeñas.
Las discográficas pueden ser grandes multinacionales (las que llamamos “majors”) como Warner Music, Universal Music o Sony Music, o pequeñas empresas nacionales o incluso locales (sellos independientes) como, en el caso de España, Subterfuge Records.
Según un informe de Nielsen SoundScan, entre las tres majors controlan el 88,5% del mercado. Concretamente Universal Music Group controla un 39.18%, Sony Music entertainment un 30.25% y Warner Music un 19.15%. Siendo el restante 11.42% para las discográficas independientes. Sin embargo, esto está cambiando, pues la facturación de las compañías independientes superó los 63 millones de euros en 2018, lo que supuso un incremento de más del 9% con respecto al año anterior.
Las tareas que desempeñan cada una de ellas, sin embargo, no son tan diferentes. La principal diferencia es que en las más grandes, el trabajo se encuentra dividido en departamentos que se enfocan solo en un área del desarrollo de la compañía. Obviamente, también cuentan con mucho más personal que en las empresas pequeñas, donde es posible que sea una única persona la que se encargue de realizar las tareas propias de uno o incluso varios departamentos.
Otra de las diferencias que tienen entre unas y otras es el papel que desempeñan dentro de la industria musical. Por un lado, los sellos independientes suelen centrarse en descubrir nuevos talentos a los que fichar posteriormente, es decir, son los que dan ese primer empujón a los artistas emergentes menos consolidados y que menos oportunidades tendrán de fichar por una multinacional. Sin embargo, pasa todo lo contrario con las discográficas más grandes, que se centran en fichar a artistas ya consolidados y con una gran base de fans con el objetivo de desarrollar su carrera artística a más largo plazo.
Es de admirar el trabajo de las discográficas independientes, ya que llevan para adelante el mismo trabajo que las grandes, pero con una plantilla y unos recursos bastante más reducidos. Tienen una tarea impresionante en lo que respecta a la comercialización de sus lanzamientos, ya que estos sellos pueden tener sólo dos o tres empleados, entre ellos el dueño del sello, que a su vez hace de A&R, trabaja como distribuidor, experto en marketing, diseñador de merchandising, mánager del artista, coordina con la promoción y ejerce la tarea de booking. Vamos, una auténtica locura.
Y es que como podéis ver, llevar un sello discográfico, es sin duda, un trabajo muy duro y que demanda mucho tiempo y pasión por lo la industria (no solo por la música en sí misma).
¿En cuántos departamentos se divide una discográfica?
Dirección artística (A&R).
La función más básica de una discográfica, la base de todas las actividades que vendrán después, es el descubrimiento de artistas con talento y potencial económico (no olvidemos que por mucho que nos guste la música, una discográfica es una empresa y tiene el objetivo de generar dinero). Ya puedes ser un Dios cantando y tener mucho talento, que si la discográfica no puede obtener beneficio económico contigo, estás fuera.
Esta función de búsqueda de talento la realizan los A&Rs (Artist & Repertoire), personas que trabajan en el departamento de “Artistas & Repertorio”. Es muy importante que los que se dediquen a esta parte tengan un gran conocimiento sobre las tendencias del mercado, sobre lo que la sociedad demanda a nivel musical y sobre lo que se pone de moda y lo que está pasadísimo, etc.
Además, el papel del A&R va mucho más allá. No sólo descubre talento, sino que lo desarrolla con el apoyo de otros departamentos. Los A&Rs suelen reunirse periódicamente con todos y cada uno de los artistas que tienen a su cargo para asesorarles en varios puntos de sus proyectos. Por ejemplo, cuáles deberían ser sus próximos lanzamientos, quién los compondrá o junto a quién, cuál será el concepto del álbum, quién lo producirá, ideas para el videoclip, etc. Para ello, los A&Rs tienen que estar perfectamente sincronizados con el departamento de marketing.
En resumen, son los encargados de descubrir, localizar y firmar a nuevos talentos. Y sirven como un enlace entre un artista y todos los demás departamentos en la discográfica.
Administración.
No podemos olvidar que las discográficas son empresas y que, ya sean grandes o pequeñas, son organizaciones económicas que necesitan un departamento que administre los ingresos y los gastos y que analice la rentabilidad y la viabilidad económica de los proyectos artísticos sobre los que la discográfica esté trabajando.
Marketing y publicidad.
Que sin marketing no existiría la música es una verdad casi absoluta, pues una vez el producto final (la canción) está creado, para que llegue al oyente final, este debe saber que existe. Y esto se consigue gracias a una buena estrategia de marketing, que incluye publicidad, comunicación, promo, etc.
Cabe destacar que el marketing musical abarca tantas áreas que, en el caso de las grandes discográficas, este departamento puede desagregarse en varios: el de publicidad, el de promoción, el de ventas y el de difusión en nuevos medios (los cuales se dedican a las áreas que su propio nombre indican).
¡Y hasta aquí el artículo de hoy!
En el próximo artículo, seguiremos hablando de los departamentos que faltan por nombrar, así como de cómo las discográficas se han ido adaptando al nuevo modelo de negocio de la industria: el streaming. Y de cómo, gracias a este nuevo modelo, los artistas están empezando a ganar valor por sí solos, ya que pueden gestionar de manera más autónoma sus carreras, sin la necesidad de fichar por una gran discográfica.
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