El intenso placer que sentimos al escuchar música provoca en el cerebro la secreción de dopamina, un neurotransmisor que también se libera ante placeres más concretos asociados a la alimentación, el sexo, el consumo de drogas o el dinero, según un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience.
1. Los escalofríos que se producen al escuchar música se deben, sobre todo, a que el cerebro libera dopamina al anticipar el momento cumbre de una canción.
La dopamina es una sustancia química que libera el cerebro para sentirse bien. Esta sustancia química está directamente implicada en la motivación, así como en la adicción. Estos estudios encontraron una explicación biológica de por qué la música siempre ha sido una parte tan importante de los acontecimientos emocionales en todo el mundo desde el principio de la historia de la humanidad.
2. Hay pocas actividades en la vida que utilicen todo el cerebro, y la música es una de ellas.
Un equipo de investigación grabó con imágenes de resonancia magnética funcional (FMRI) a un grupo de personas que escuchaban música. Descubrieron que escuchar música recluta las áreas auditivas y emplea redes neuronales a gran escala en el cerebro. De hecho, creen que la música puede activar áreas emocionales, motoras y creativas del cerebro.
3. Tocar música con regularidad alterará físicamente tu estructura cerebral.
La plasticidad cerebral se refiere a la capacidad del cerebro para cambiar a lo largo de la vida. Los cambios asociados al aprendizaje se producen sobre todo en las conexiones entre neuronas. Al estudiar a los músicos, descubrieron que el volumen del córtex era mayor en los músicos profesionales, intermedio en los músicos aficionados y menor en los no músicos.
4. El cerebro responde a la música del mismo modo que responde a algo que se come.
Como ya se ha dicho, la dopamina es una sustancia química que libera el cerebro. Esta sustancia química está relacionada con la sensación de euforia que se asocia con la adicción, el sexo e incluso la comida. La dopamina es lo que permite a una persona sentir los placeres de esas cosas. Un estudio en el que se utilizó únicamente música instrumental demuestra que la anticipación de un subidón musical liberó el mismo tipo de reacciones en el cerebro que la anticipación del sabor de la comida.
5. Escuchar música mientras se hace ejercicio puede mejorar significativamente el rendimiento del mismo.
La disociación es una técnica de distracción que disminuye la percepción del esfuerzo. Esta técnica puede desviar la mente de los sentimientos de fatiga y aumentar los estados de ánimo positivos como el vigor. Utilizando la música durante intensidades de ejercicio de bajas a moderadas, te encontrarás con una experiencia general más placentera mientras haces ejercicio.
6. Un apego emocional podría ser la razón de la elección de tu canción favorita.
Las canciones favoritas suelen depender del contexto. Aunque muchas personas suelen cambiar su canción favorita en función de los lanzamientos más recientes, está demostrado que las preferencias duraderas se deben principalmente a un apego emocional a un recuerdo asociado a la canción.
7. Los latidos de tu corazón cambian para imitar la música que escuchas.
Se ha comprobado que la música modula el ritmo cardíaco, la presión arterial y la respiración. El sistema cardiovascular reflejó los decrescendos que se desinflan y los crescendos que se hinchan en un estudio de 24 voluntarios. Se descubrió que los cambios de distinción en los patrones de sonido estaban equipados incluso en aquellos tan pequeños como un feto en desarrollo.
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